¿Por qué te sientes tan bien después de entrenar? No es magia, es ciencia (y también es comida 🍽️💪)

¿Cuántas veces has dicho “no tengo ganas de entrenar” y luego has pensado menos mal que lo hice?
Ese subidón, ese buen humor, esa sensación de claridad mental… no es casualidad.
Es tu cuerpo hablándote en el idioma de las hormonas, los neurotransmisores… y sí, también de lo que comes.
Porque mover el cuerpo y alimentarlo bien van de la mano.

Esto es lo que pasa dentro de ti cuando te mueves 🧠🔥

Aunque solo hagas una caminata rápida o una rutina corta en casa, tu cuerpo activa una tormenta bioquímica maravillosa. Y esto es lo que la ciencia dice que ocurre:

• Endorfinas: actúan como analgésicos naturales. Te hacen sentir más relajado, menos estresado y con mejor humor.

• Dopamina: la hormona de la motivación. Esa sensación de "¡lo he conseguido!" después de entrenar es pura dopamina.

• Serotonina: mejora tu estado de ánimo, regula el apetito y te ayuda a dormir mejor. El ejercicio sube sus niveles.

• BDNF: una proteína que mejora la memoria, la concentración y protege tu cerebro. Sí, el ejercicio también te hace más "espabilado".

¿Hace falta entrenar mucho para conseguir esto?

❌ No.
✅ Basta con 20-30 minutos de actividad moderada.
Y no tiene que ser de gimnasio: caminar, bailar, subir escaleras, jugar, hacer yoga… todo cuenta.
Lo importante es la constancia, no la perfección.

¿Y qué pinta tiene la nutrición en todo esto? 🍌🥚🥦

Una alimentación adecuada potencia o sabotea todos estos beneficios.
Después de entrenar, tu cuerpo necesita recargar: nutrientes que reparen tejidos, repongan energía y mantengan estables tus niveles hormonales. Si no los tiene, el “subidón” se convierte en bajón.

Por ejemplo:

• Si comes bien antes (algo sencillo: un plátano, unas tostadas con aguacate, un yogur), llegas al entrenamiento con energía.

• Si comes bien después (proteínas, algo de carbohidrato, agua), ayudas a que esa buena sensación dure y tu cuerpo se recupere mejor.

Además, si te alimentas de forma desordenada o muy restrictiva, tu motivación y tu ánimo se resienten. Es un círculo que se retroalimenta: mal comer → menos ganas de moverte → más bajón → peor alimentación…
Pero también funciona al revés 💫

Muévete por cómo te hace sentir, no solo por cómo te hace ver

La mayoría empieza a entrenar por estética, pero se queda por cómo se siente.
Dormir mejor, pensar con más claridad, tener más energía durante el día… eso también es salud. Y muchas veces se nota antes que los cambios físicos.

Combinar movimiento y buena nutrición no es una cuestión de disciplina extrema, sino de conocerte y tener una guía adaptada a ti.

¿Quieres empezar? Hazlo fácil. Hazlo real. Hazlo contigo.

No necesitas fórmulas mágicas, ni suplementos raros, ni entrenar como un atleta. Solo necesitas empezar.
Y si no sabes por dónde, puedo ayudarte. Trabajo con personas que quieren recuperar el equilibrio, sentirse mejor y volver a disfrutar del proceso sin obsesiones.

Escríbeme y te cuento cómo podemos hacerlo junt@s.
El primer paso no es entrenar perfecto ni comer perfecto.
El primer paso es empezar.